La modernidad, como la
cristiandad no es unívoca; es decir, no acude a una sola fuente. Si ello fuera
así sería una contradicción en sí misma, se presume que la modernidad se
caracteriza por el debate de las ideas.
Indudablemente uno de
los temas largamente debatidos durante la prerrevolución y vinculados totalmente
a las ideas del iluminismo es la representación de la muerte de Dios como
referente, entiendo yo, de la razón de ser del ser humano y de la evolución de
su proyecto de vida colectiva.
Se acusó a Dios de ser
responsable de todas nuestras desgracias. Se argumentó que agotados todos los
límites “moralistas” y “acientíficos”,
que imponían los curas, nuestra vida seria mejor. Se habló de una ética laica y
ciudadana, sin embargo, los textos que sintetizaban dichas tesis fueron
archivados en los anaqueles de las mas reconocidas bibliotecas y convertidos en
“incunables”, verbi gracia, “Algunos
pensamientos sobre la educación” de John Locke.
Las tesis “duras” de
los padres de la ilustración y la revolución Francesa, de la Constitución de
Tierras (Revolución Inglesa) y la Revolución Norteamericana, fueron sacralizadas al igual que las tesis de
Jesús el Cristo,[1]
para etiquetarlas como “imposibles de cumplir”, meras “utopías de soñadores”,
que deben colocarse únicamente en el plano de la ética individual. Es decir,
son parte del libre desarrollo de la personalidad, aspectos íntimos de cada ser humano; nada que
ver con los deberes del estado, ni con la razón publica.
Solo es necesario
pasearse por la historia para encontrar cual fue el fin último de la técnica y
la tecnología en el estado laico: Por ahora dos Guerras mundiales en las cuales
y con detalle, el hombre (masculino), se dedico a hacer gala de la aplicación de la técnica, no hay mucha
diferencia con lo sucedido con la trata esclava o con la inquisición.
Culpa de Dios?
¿Culpa de Dios, la trata
esclava? ¿Culpa de Dios dos guerras planetarias? No. Responsabilidad concreta de
los seres humanos que gobiernan el mundo. Lo que sucede es que es muy cómodo
endilgar responsabilidades a quien no está presente, para justificar explicaciones
dadas a la historia oficial.
Entiendo lo dicho por Nietzsche
en el “Anticristo”. Nos indica que la mayoría de edad de la humanidad tiene
consecuencias y la culpa no es de Dios.
Ecce Hommo o ecce mullier o ecce LGBTI de Lovis Corinth,1925.Dedica una atención particular a la Pasión y muerte de Cristo, pincelada violenta cercana al expresionismo,gran libertad a la hora de expresar iconografía tradicional,colores desenfocados,difusión de formas. (http://www.evangelizarconelarte.com)
[1] Y
me refiero a su tesis de “amar a los demás como a sí mismo/a”, en la cual está
implícita el derecho a la igualdad.