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Colombia Sur América, Bogotá D. C., Colombia
En este portal se publica la investigación realizada por la autora sobre literatura, arte y medios de comunicación desde el pensamiento iberoamericano y conceptual.
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domingo, agosto 19, 2018

💖(19) A VECES, LA LITERATURA COMO RESISTENCIA AL FASCISMO: LA AUTOFICCIÓN EN LA NOVELA DE JUAN GABRIEL VÁSQUEZ

“Proyectil impactando smog urbano,
Transformando niebla gris, en cielo sano,
Y vas dejando tras de tí, dulces vientos
Que vienen y tocan en mí, todo dentro”.
(…)
Altísimo – Héctor Buitrago.[1]

“En Bogotá, todos somos colombianos.”
Canción agradecida a Bogotá – Legis Tres Palacios.[2]

 

Un contexto necesario

En opinión de Jesús Maestro, la novela moderna tiene un elemento fundante que la diferencia de los materiales literarios elaborados en épocas anteriores: esto es, el contenido autobiográfico, con referencia al autor.

No puede ser de otra manera, la novela moderna personifica, como ninguna otra representación,  la individualidad humana como base de la sociedad laica, que instauró la República iluminista.

Maestro hace referencia en varias presentaciones de Internet a la novela de Cervantes,  indicando por ejemplo,  cómo dentro de “El Quijote”,  en la historia del Capitán Cautivo, Cervantes introduce contenidos autobiográficos. (Maestro, 2018)

Para realizar un análisis de la evolución de la narrativa moderna, Jesús Maestro nos presenta cuatro variantes de posibilidades del elemento autobiográfico en la novela moderna, análisis posible de aplicar a la novela contemporánea, siendo la contemporaneidad una radicalización del relato individualista en desarrollo de este aspecto característico de la novela contemporánea.

Se puede hablar entonces de la autobiografía, la biografía históricas, y la biografía ficcionadas. Siendo el relato de Juan Gabriel Vásquez, una posible biografía ficcionada de un relato sobre un ser humano afectado por la violencia del narcotráfico,  con las siguientes características:

·       Aunque el relato es ficcionado no se coloca en las categorías de fantástico o irreal.
·       Se narran hechos que pueden  o sucedieron a personas realmente existentes, tal vez no de la forma como sucedieron, pero si se reflexionara sobre ellas, se considerarían plenamente posibles de ocurrir.
·       Es relevante un presentismo; se representa el pasado, en una narración presente, retrospectiva, analéptica, puesta en un ente de ficción, aunque lo que se cuente sea verdad.

 De la autobiografía de la novela moderna a la auto-ficción de la novela post-moderna:

Un hecho aparentemente intrascendente en la literatura contemporánea, ha sido la aparición de la autoficción como recurso de elaboración del relato, -una modificación del narrador-. Según  el análisis de dos críticos, esta modificación del narrador se presenta en los siguientes términos:

Serge Doubrovsky introdujo el término para describir su novela Fils, con la que desafía uno de los principios fundamentales de la autobiografía: la identidad nominal entre autor, narrador y personaje, y con ello el pacto autobiográfico propuesto por Philipe Lejeune en 1975. (Sandoval, 2015, pág. 221) (Paréntesis fuera del texto)

La investigadora Erika Sandoval manifiesta como, la narratología sobre “sí mismo” en América Latina en etapas anteriores a la contemporánea navegó entre, “la autobiografía, las memorias, el diario íntimo, la novela autobiográfica y la autoficción”. (Sandoval, 2015, pág. 222)

Una segunda tesis planteada por la autora, se relaciona con el poco desarrollo teórico sobre el género biográfico en Latinoamérica, abriéndose teóricamente a plantear  una posible causa;  esta es, el debate permanente por la construcción de las identidades colectivas, más que por las individuales indicando que estas últimas solo se divisan como tópicos importantes dentro de la literatura hispana, con la post-modernidad y como resultado de la homogenización cultural global.[3]

A decir de Sylvia Molloy, la preocupación nacional y la conciencia cultural, aunadas a la auto-censura, a la vacilación entre lo público y lo privado, son sólo algunas de las inquietudes que priman en la auto representación del autobiografo hispanoamericano (1996: 15). Por eso, el espacio para la exploración del “yo” del autor está sujeto a intereses que tienen más que ver con la creación de una imagen pública y con el “imperativo documental”. (Sandoval, 2015, pág. 223.)

Por otra parte, la auto-ficción en la obra del narratólogo Negrete, se plantea como una biografía ficcionada, en la cual el "yo" pierde sus contenidos modernos, para instaurar por otros medios, el análisis de realidad, tan presente en la literatura latinoamericana y aunque suene paradójico, puede ser que la autoficción sea una forma de eludir la auto-censura impuesta por centurias de terrorismo de estado.

Es por ello que se esboza en este escrito,  la articulación entre análisis de realidad y la auto ficción, como base para el examen del relato de Juan Gabriel Vásquez, “El ruido de las cosas al caer”, considerando que la auto-ficción puede ser como lo plantea Negrete, un espacio de búsqueda de identidad, no tanto individual, sino colectiva.

El escenario del relato individual se desenvuelve en perspectiva de esa búsqueda. Tal vez porque los bogotanos, se pueden identificar con la historia de la obra. Los bogotanos marginados y humillados como ningún otro ser cultural en la nación Colombiana. Utilizados por los políticos de todas la pelambres y por los guerreristas de todas las guerras.

En ese sentido la narrativa de Juan Gabriel Vásquez, representa la orfandad de Bogotá frente a la Nación y al resto de la ciudadanía colombiana. Bogotá reiterativamente acusada en todas las épocas de centralista, de excluyente, y sin embargo,  el lugar hacia el cual, todos enrutan su búsqueda de  refugio, para eludir las barbaridades más atroces cometidas en el país.[4]

La autoficción permite narrar una historia para contar, cómo ve un bogotano (los bogotanos), esa guerra que mantiene a nuestra ciudad sitiada y por la cual se siente absolutamente desbordada:

Yo, desde luego, no puedo culpar a Maya Fritts por haberse ido de Bogotá cuando tuvo la oportunidad, y más de una vez me he preguntado cuánta gente de mi generación habrá hecho lo mismo, escapar, ya no a un pueblito de tierra caliente como Maya, sino a Lima o Buenos Aires, a Nueva York o México, a Miami o Madrid. Colombia no produce escapados, eso es verdad, pero un día me gustaría saber cuántos de ellos nacieron como yo y como Maya a principios de los años setenta, cuántos como Maya o como yo tuvieron una niñez pacífica o protegida o por lo menos imperturbada, cuántos atravesaron la adolescencia y se hicieron temerosamente adultos mientras a su alrededor la ciudad se hundía en el miedo y el ruido de los tiros y las bombas sin que nadie hubiera declarado ninguna guerra, o por lo menos no una guerra convencional, si es que semejante cosa existe. (Vásquez, 2018, pág. 194.)

Bogotá, jamás pudo concluir su utopía de “Atenas Suramérica”, la modernidad le fue esquiva y en el desarrollo de una presunta posmodernidad, parece que los derivados de aquellas guerras eternas, de aquellos feudalismos imperecederos, la zona de confort de ´los innombrables´, de quienes a  Colombia le es tan difícil desprenderse, tampoco le permiten desplegarse hacia una cultura del desarrollo.

El feudalismo sigue ahí, con sus múltiples rostros: el latifundio, el desplazamiento, la guerra, las mafias, el narcotráfico, el sistema financiero, los innombrables. Bogotá es una paradoja, no tiene petróleo, no tiene recursos naturales de gran peso como los tienen otras regiones; no obstante, sostiene a un país a la que ella, como ciudad y conglomerado social le es totalmente ajena.

Bogotá y las  ciudades más grandes de la nación aportan al sistema de transferencias el treinta por ciento de sus recursos, ingresados mediante el pago de impuestos de la ciudadanía, para subsidiar municipios en otras regiones. ¿Quién vigila los recursos de transferencia en los lugares que dominan, la mafia y la manigua?

Adicionalmente a esto Bogotá,  en los últimos 20 años  ha recibido más de 3 millones de persona refugiados humanitarios[5], sin contar los refugiados económicos de todos los estratos[6] y sin tener en cuenta los aproximadamente, millón y medio de ciudadanos venezolanos que llegaron a la ciudad en los últimos seis meses. Se  calcula que el número de ciudadanos venezolanos ingresados a Colombia por la presunta guerra económica de las multinacionales contra el pueblo venezolano, sería de 4 millones.[7] No son cifras oficiales, en Bogotá apenas se inicia el censo. 

Al análisis sobre la situación de la población en desplazamiento, que citamos en el pie de página numerado como tres, se puede hacer múltiples observaciones, entre otras que, quien lo elabora, no conoce la normativa. Los municipios y distritos tienen la obligación de atender la ayuda humanitaria inmediata, pero el responsable de implementar una política integral en materia humanitaria es el estado Colombiano, que en el caso de Bogotá, brilla por su ausencia.[8]

No fue Bogotá como entidad de derecho público, la que fue declarada por fuera de la Constitución en los Autos en los cuales la Corte Constitucional, falla en relación con la emergencia humanitaria de más de seis millones de personas en desplazamiento. Fue el estado Colombiano contra el que la Corte indicó cómo, en relación a esta población, se presentaba un  “estado de cosas inconstitucional”, una situación que en cualquier país del mundo se vería exótica, en el marco de un estado social de derechos. [9]

Pese a estos datos que son cuantificables y comprobables, que no son, mera estadística sino  hechos, Bogotá es acusada en los medios de centralista, como un relato trasnochado y sin sustento científico, de algunas élites regionales que se lucran de nuestro dolor y del dolor  de quienes son desplazados.[10] 
No puede existir “mito urbano” mas falaz que dicha tesis, puesto que nuestra ciudad, desarrolló en sus últimos veinte años la normativa más democrática e incluyente de toda su historia.[11] y  [12]

Lo que sucede es que ya no puede hacerlo más. Su institucionalidad (funcionarios del sector social, movilidad, trabajo, etc.) está al borde del colapso.[13] Porque para hacerlo requeriría una reforma institucional de fondo (¿federalización o secesión?).[14] Ya que no tiene ni suelo, ni agua para seguir creciendo, esto sin considerar que la expansión de la ciudad se procura a expensas  de subsidiar el latifundio regional improductivo. Este mecenazgo, que no se limita a un asunto estético, ni de la crónica roja en la prensa, y que además, tiene un verdadero fondo en lo económico y lo social, mecenazgo que es ocultado con una metáfora rimbombante. Para nombrar esa imbricación entre la mafia y la política, se ha utilizado una metáfora, “parapolítica”.[15]

La parapolítica es la insinuación referente de la imbricación entre el feudalismo del pasado y el feudalismo postmoderno. Es el enmascaramiento de la tercera forma de colonialismo en Colombia,[16] el colonialismo postmoderno, con sus nuevos señores feudales, más rapaces y violentos que cualquiera que hayamos conocido. La suma expresión del “modernismo sin modernidad”, tesis acuñadas para dolor del pensamiento imperial, por los pensadores anticolonialistas, forjados en las universidades colombianas, en la novela, Antonio es profesor universitario:


Bien lo sabía él, que acompañó a Ricardo en el Nissan a una hacienda sin límites visibles en Doradal, poco antes de llegar a Medellín, y allí le presentó la parte colombiana del negocio, dos hombres de bigote y pelo ondulado y negro que hablaban con voz suave y daban la impresión de sentirse muy a gusto con su conciencia y después de saludar a Ricardo lo atendieron y lo agasajaron como nunca antes nadie lo había agasajado ni atendido. (Vásquez, 2018, pág. 156.)

¿Cómo impactan el “hecho neo feudal”,  no únicamente a Bogotá, sino a todas las naciones culturales tan complejas que ‘conviven’ en Colombia? ¿Cómo se reflejan los hechos de la guerra grandilocuente y absurda en la vida de la persona bogotana? Eso es lo que narra Juan Gabriel Vásquez en su novela, “El ruido de las cosas al caer”, el alumbramiento, (hay dos partos en la obra), de los dos aspectos socioculturales que son la base del proyecto de una colombiana “transnacionalizada”. 

El nacimiento de la parapolítica y el narcotráfico, brotados del maridaje entre las élites colombianas del antiguo feudalismo y el nuevo feudalismo, de izquierda y de derecha, en materia de narcotráfico, no hubo distinción. La caracterización de los personajes de Ricardo y Elena lo dice todo.

 ¿Pero cuál es la diferencia con relación a la narco novela y las tesis de “Mondo”? La obra de Juan Manuel Vásquez narra desde la autoficción, el impacto sobre la vida nacional, del nacimiento de la “parapolítica” escribe una novela desde lo personal, desde lo cotidiano, desde la gente que se dejó arrastrar por el “canto de sirenas”; también relata, cómo los hechos del neo-feudalismo, dañan al individuo, al ciudadano común y al colectivo nacional.[17]

en concreto las prácticas en que la memoria individual está atravesada por la memoria colectiva (familiar, comunitaria) y sirven de expresión a la voz de los otros (polifonía). En este sentido, considera los relatos de escritores tocados por la experiencia del exilio, en los que la reconstrucción de la memoria familiar exige el recurso al testimonio y a la historia oral, narrativas híbridas que confunden la voz del autor con otras tantas voces y la búsqueda de la identidad personal es posible solo mediante el recuento de la historia de la comunidad. (Sandoval, 2015, pág. 15.)

Los recursos literarios en la novela contemporánea[18]

El desarrollo de la tesis que presentamos se expresa en los recursos literarios del canon contemporáneo, utilizados en la obra. La posmodernidad o globalización, es posible por efecto de la despersonalización (destrucción del yo), [19] la destrucción del arraigo familiar y del territorio (separación y/o desplazamiento) y vinculación del valor agregado económico producido por las economías subterráneas, a los activos brutos de las empresas globales.[20] ¿Cómo se logra esto de manera práctica? Mediante la utilización y sistematización de la barbarie.[21]

En sociología se denomina, la normalización de la violencia, en antropología se entiende como la violación del tabú. Al perder todos sus referentes el “yo” postmoderno, se reelabora, para lograr sobrevivir sin perder la razón, entonces construye la metáfora de su identidad dentro de sí mismo. Los kankuamos[22] dicen que llevan su territorio en el corazón, diríamos literariamente, en la memoria.

Para este proceso de reelaboración personal, familiar y colectiva, se requiere de unos recursos literarios, asociados necesariamente con las técnicas de reconstrucción de la memoria individual y colectiva, recursos que se presentan de manera sistemática en la obra de Juan Gabriel Vásquez. Si acudiéramos a un análisis etnográfico, no hablaríamos de protagonistas, ni siquiera de proto-héroes, solo podríamos hablar de  sobrevivientes. Al sobreviviente únicamente le queda su mundo interior.[23]
La introducción del relato en la obra de Vásquez se estructura entonces en sucesivos racontos[24] y monólogos interiores y el más manifiesto uso de la técnica de corriente de la conciencia[25] se presenta posterior al atentado en el cual el protagonista, casi pierde la vida:

los acontecimientos se viven como experiencia de conciencias individuales, gracias a los cuales el narrador dispone de una mayor libertad en el uso de personas y tiempos verbales (puede recurrir al uso de la primera persona, monólogo interior, etc.) Lo histórico se personaliza y se percibe y enuncia desde una subjetividad. (Ainsa, 1993)

El final, el clímax con el cual, se resuelve el conflicto nos lleva a una conclusión, ni legal, ni ilegal, el dolor de un negocio que daña a las personas, no puede tener final feliz, ni siquiera para quienes se enriquecieron con eso, ni para aquellos que no tuvieron nada que ver con dicho negocio.

En cuanto a los participantes activos,  este presunto matrimonio feliz, entre las representaciones metafóricas del ejército colombiano (Ricardo era militar) y  los servicios de inteligencia gringos (Elena, era de los Cuerpos de paz) paulatinamente se complejiza deviniendo en pesadilla. (Vásquez, 2018) “¿Quién necesita un cuerpo de paz?”

Este drama postmoderno se narra desde las  temática más humana y a la vez las que pareciera más contingente, un tragedia en la cual los humanos se han desprovisto de Dios para asumir la responsabilidad de su propio destino.

Con relación al narrador, una persona afectada por “La guerra de los callados”,[26] de los innombrables,  involucrado por un azar desafortunado del destino, lleva las marcas de las heridas invisibles. Las heridas invisibles del conflicto, son a veces más difíciles de curar que las heridas del cuerpo.

La ciudadanía en general piensa que no estando implicada en el  desastre nacional, no resultará afectada, pero los hechos de los desenlaces, la consecuencia de estos, sobre la vida de Leticia y su hija  (una alusión directa a "La Vorágine" de José Eustasio Rivera) y la hija de Helena, son concluyentes:

Llamo para que no te preocupes», decía esa voz, la voz querida, «estamos bien, Antonio. Leticia y yo estamos bien. Hoy es domingo, ocho de la noche, y no has venido. Y yo no veo adonde podemos ir ya. Tú y yo, quiero decir, no veo adonde podamos ir tú y yo, qué es lo que sigue después de esto que nos ha pasado. He tratado, he tratado mucho, tú sabes que sí. Y ya me cansé de tratar, hasta yo me canso. Ya no puedo más. Perdóname, Antonio, pero ya no puedo más, y no es justo con la niña.

La violencia política y social se desarrolla como el marco necesario de la creciente violencia intrafamiliar en Colombia.[27] De manera absurda nos preguntamos por sus causas.[28]

Como colofón de una crítica que no se ha impuesto el empleo de los calificativos, sino en el análisis del contexto y la función poética para el sociolecto colombiano o mas bien Bogotano, dejamos la siguiente inquietud, complementaria a la “tremenda” reflexión hecha por Juan Gabriel Vásquez, indudablemente, magnífico escritor bogotano contemporáneo.

Por allí,  en  alguna nota de pie de página a propósito de un proyecto musical llamado “Mestizajes”, liderado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, intento en el cual se vislumbraba una reflexión sobre  el proyecto de nación mestiza, que le proponíamos al país en el gobierno del Alcalde, Luís Eduardo Garzón, aparece la canción “Maligno”, de aterciopelados.

El curador de “Mestizajes” pudo escoger cualquier canción de “Aterciopelados”, tienen tantas, tan reflexivas, para incluirla en esa publicación de la Filarmónica. No obstante escogió “Maligno”. A propósito de un análisis sobre ingeniería social sobre Colombia, nos preguntamos. ¿A qué “Maligno” se refiere? y  ¿Por qué amamos a quien nos ultraja o a quien nos usa? (Maligno, 1998)
Del pintor Coreano Minja Lee.




Bibliografía

Aterciopelados (Intérprete). (1998). Maligno. [M. Zurkow, Dirección] Bogotá D. C., Colombia.
Ainsa, F. (1993). América. Cahiers du CRICCAL (12), 11-26.
Cortázar, J. (12 de 7 de 2018). https://unabvirtual.blackboard.com/. Obtenido de https://unabvirtual.blackboard.com/
Dugin, A. (5 de oct de 2014). Alexander Dugin - La Cuarta Teoría Política ( En ruso). Recuperado el 20 de 07 de 2018, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=WhOpSDVf4qQ
Maestro, J. G. (30 de ene de 2018). Obtenido de Canal de Youtube de Jesús G. Maestro: https://www.youtube.com/watch?v=QG3eN8MQNVE
Sandoval, J. É. (Enero- junio. de 2015). Tradición autobiográfica y autoficción en la literatura. De Raíz Diversa, vol. 2.(núm. 3.), pp. 221-242.
Vásquez, J. G. (19 de 06 de 2018). El ruido de las cosas al caer. Bogotá: Alfaguara. Obtenido de www.unab.edu.co





[1]       https://www.youtube.com/watch?v=tEPqQjRptvw.
[2]       https://www.youtube.com/watch?v=DUNK29r2yXU
[3] Aquí se puede agregar de parte nuestra que dicho género ha tomado una fuerza inusitada, no exclusivamente en la narrativa sino en el cine y la producción televisiva, pero en estos dos últimos contextos, en el marco de una industria cultural marcadamente consumista.
[4] https://www.youtube.com/watch?v=0sBlz-cb8mg.
3               http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-05792004000100011
[6]          https://revistas.unal.edu.co/index.php/ceconomia/article/view/10601
[7] https://mundo.sputniknews.com/radio_gps_internacional/201802241076537465-venezuela-eeuu-bloqueo-provoca-desabastecimiento/
[8] Bogotá fue reconocida por la Corte Constitucional, en 2012 como la Ciudad que había desarrollado con más alcance una política publica a favor de la ciudadanía en condición de desplazamiento.
[9] http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/autos/2017/a266-17.htm Estado de cosas inconstitucional significa que se violan sistemáticamente todos los derechos de estas poblaciones, no existe la constitución para ellos.
[10] Aquí colocamos un punto y aparte. Existen una élites que se preocupan de sus regiones, trabajé el tema cuando hice explícita la diferencia entre latifundio improductivo e industria agrícola nacional a propósito del texto “El Alférez Real”. O sea, la diferencia entre la colonización en el sur del país, es totalmente diferente a la colonización del norte del país y eso ha derivado en las naciones culturales que hoy hacen parte del mismo. La misma observación se puede hacer con relación a los santanderes por su influencia alemana y romm (gitana). Por otra parte debemos tener en cuenta que Bogotá es otra región del país, también tiene unas élites regionales y es la más afectada por el centralismo.
[11] www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=71647 (Pueblos indígenas, incluye a los ecuatorianos también), intranetsdis.integracionsocial.gov.co/.../3%20DOC%20ASOCIADO (Políticas afirmativas pueblos afrodescendientes),intranetsdis.integracionsocial.gov.co/...politicas.../(06012016)_Politica_de_infancia_y... (infancia y adolescencia), www.sdmujer.gov.co/sector-mujer/rendicion-de-cuentas/politica-publica (Política pública de mujer y género), Decreto 608 de 2007 Alcalde Mayor (política publica LGBTI).
[12] https://www.youtube.com/watch?v=rB0bG5R9wTM.
[13] El sindicato USEC, tiene casos documentados de desmayos y convulsiones por estrés laboral en funcionarias del sector social en el Distrito.
[14] https://www.youtube.com/watch?v=2Bij3tmGidY
[15] http://www.observatoriodetierras.org/wp-content/uploads/2013/10/Francisco-Guti%C3%A9rrez.pdf
[16] El primer colonialismo va hasta el nacimiento de las repúblicas, el segundo colonialismo va hasta la guerra fría,  fue  económico, se concede por la metrópoli una relativa libertad política a los territorios antes colonizados y  en la tercera etapa es de carácter imperial, se diluye el estado nación. Las tesis son desarrolladas por los teóricos de-colonialistas.
[17] Sinónimos de dañar: herir, lesionar, magullar, lisiar, lastimar, lacerar, fracturar, dislocar, torcer, deslomar, baldar. lacerar, golpear, lastimar, herir, injuriar, perjudicar, vulnerar. lacrar, perjudicar, deteriorar, afectar, contagiar, conmover, influir, impactar.
[18] https://www.youtube.com/watch?v=A01Cxq_pNiE.
[19] Esta cita corresponde al programa “Desde las sobras”, presentado y producido por el Coronel de contrainteligencia de la Federación Rusa Daniel Estulin, quien además es un escritor e investigador social, de amplia trayectoria. En el programa sobre el “Instituto Tavistock”, el coronel Daniel Estulin, desarrolla los conceptos constitutivos de lo que se ha dado en llamar “ingeniería social” y  “guerra cultural”.
[20]  Legalización del narcotráfico y  sus  actividades asociadas: legalización de la prostitución, legalización del trabajo esclavo, normalización del comercio de material biológico derivado del aborto, legalizar el aborto eugenésico entendido en este caso como forma de disminuir dramática y planificada de la población que se considera sobrante, inclusive se ha habla de instituir la pedofilia como una forma aceptable del tráfico sexual, etc. (https://www.unodc.org/documents/colombia/2013/septiembre/Estudio_Consumo_Adolescentes_en_Conflicto_2009.pdf) (https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_activista_ped%C3%B3filo)
[21] https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099/11328/EntrevistaDanielEstulin.pdf
[22] En los documentos en los cuales trabajan su reconstrucción cultural en Bogotá. Pueblo originario de la Sierra Nevada de Santa Marta- Colombia, casi exterminado entre 2000 y 2012, tiene medidas cautelares otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fueron asesinadas en este periodo casi 400 personas.
[23] https://www.youtube.com/watch?v=niqXLvvsVHo
[24] Se conoce como racconto o narración pre activa a toda aquella escena retrospectiva del pasado, que conforme vaya pasando el tiempo va progresando lentamente de forma lineal hasta llegar al momento inicial del punto de partida de la historia. Tomado de Wikipedia. Es un flash back  extenso, como el referido a la caída del avión en el Campo de Marte.
[25] La corriente de conciencia consiste en una forma de pensamiento, sin diálogo ni descripciones y sin interrupciones ni trabas de pensamientos e ideas en la mente consciente. Tomado de figurasliterarias.com.
[26] Una canción del Joe Arroyo.
[27] Se hace necesario en este aparte llamar la atención de la situación crítica de los funcionarios que atienden en el sector social a las víctimas de la violencia intrafamiliar, en Bogotá particularmente las personas que atienden en las Comisarías. También y a propósito de aquellos que también de manera absurda hablan de legalización, invito de manera tranquila pero firme ha hacer una evaluación del consumo de SPA y su relación con la violencia intrafamiliar.
[28] https://www.youtube.com/watch?v=ST-sjcchY1Q

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